Extraño lo que alguna vez fuiste.
Alguien alguna vez dijo que la amistad consistía en aceptar los defectos de tus amigos pero, no puedo aceptar defectos que no son tuyos.
¿Alguna vez pensaste en que algunas personas sí extrañaban lo que eras?
Nunca te detuviste ni siquiera para analizarlo
Estuve tan furiosa conmigo misma de extrañarte que tuve ganas de darme una cachetada para reaccionar.
También pensé en que si te tenía frente a mi te golpearía hasta que mis manos no dieran para más y me las amputaran.
Me sentí indefensa y sola por llorar cuando me prometí no volver a hacerlo.
Desearía gritarte a la cara las cosas que de verdad quiero que vuelvan
Las mismísimas estrellas saben que es cierto
Y es que siento un profundo e incontrolable dolor porque ya no te conozco
Impotencia porque no puedo volver el tiempo atrás y hacer que vieras lo mejor de ti mismo.
Extraño como insultar no era la escapatoria si no escribir.
En realidad extraño leerte.
Desearía saber que pasa por tu pequeña cabeza aventurera.
Deseo muchas cosas que no consigo obtener y es que ya no podré buscarte más porque yo ni me he podido encontrar entre tanta tristeza
Fue doloroso darme cuenta que mi amistad por ti consistia en esperarte y decir todo al viento con la esperanza de que me escucharas.
Yo también soy culpable, lo acepto.
Pero no era motivo de cambiar, hubiera preferido mil y una vez que me echaras al olvido que verte ser lo que eres.
Con estas escasas palabras se acaba el pequeño cariño que te tenía y mis esperanzas de que alguna manera volvieras a ser el mismo.
Te echo de menos
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