lunes, 6 de mayo de 2019

3:27

Esta clase de crisis suelen darme una vez cada cierto tiempo.

Esta clase de crisis de las que he intentado huir siempre: esa ansiedad, ese sentimiento de querer alejarme y encerrarme, sentir esa necesidad de causar daño solo para que te lo causen, porque soy demasiado cobarde para causarmelo de forma directa. Aunque ha diferencias de otras veces, esta vez logre darme cuenta, logre atajarlo antes de embarrarla como siempre y bueno, he logrado mantenerla en calma lo más que he podido pero me estoy haciendo daño a mi misma ha causa de no querer hacerle daño a nadie, nunca he entendido ese deseo mio: querer sentirme en la mierda y que me dejen sola, que la gente me eche en cara que no valgo para nada porque esta vez lo que siento es igual que las otras veces y una parte de mi pensaba que había madurado que, de hecho había dejado estos ataques atrás pero no, simplemente los había ocultado y vaya que había funcionado por un tiempo. 

Y; es que hace tiempo no me daba un insomnio.

A veces pienso si escribir es mi maldición, la mayoría de las veces escribo cuando me he sentido en la mierda y esta es una de ellas creo que esa fue una de las razones por la que deje de escribir tanto, era mas melancólica, mas dolida, más llena de rencores pues solía escribir en vez de hablar y bueno esta vez lo vuelvo a hacer. Quise dejar eso, quise enterrarlo en lo más profundo porque quería comenzar a disfrutar lo que la vida me brindaba, lo que estaba dispuesta a encontrar y disfrutar pero supongo que  este siempre será mi demonio. Me vuelvo una imbécil en todos los sentidos y aunque he querido hacerle daño a la gente porque lo peor de mi es ser sarcástica con los dolores de los demás me he controlado tanto que me sorprendo. Supongo que he llegado a querer más de lo que odiaba a las personas.