viernes, 22 de septiembre de 2017

No sugestionada

Hace un tiempo perdi algunas costumbres debido a ti. No es algo tan mal, así como suena.
Simplemente hoy recordé las veces que solias molestarte que algunas veces mostrara de más; cuando ahora te quejas a veces de que no lo haga y lo cierto es que nunca tuve esa intención de mostrar nada.
Nunca he sido el tipo de chica que quiere mostrar sus curvas y no, no me averguenzo de ellas. Sólo que siempre me pareció mejor mostrar mi cara y que las miradas se desviaran a lo puro de mi.
Mi cara siempre me ha aparecido mas interesante que mis tetas y bueno, nunca he sido sexy ni me he tratado de comportar como tal, no lo soy ni quiero serlo y es lamentable que eso a veces opaque tu libido.
No me hago la interesante ni trato de exponer mis sentimientos, soy una caja cerrada llena de recuerdos e información que lo más probable es que a nadie le importe.
Nunca he querido parecer especial, ni loca, ni rara siempre me he dado a la tarea de solo ser yo y en realidad aún así creo que la gente no me conoce.
No le parezco sexy a nadie y tampoco quiero parecerlo ni serlo, sólo me importa ser sexy para mi misma y mostrar mis atributos a quien yo quiera porque la verdad es que siempre me gusta dejar que la gente se imagine más y no tenga de mí tantos hechos.
No juzgo a quien muestre sus curvas pero si juzgo a quien quiere que todas lo hagan.
Tal vez, es más necesario alguien que su libido este más concentrado en un pensamiento profundo que un par de tetas grandes y un culo que tocar.


El escrito de alguien molesto.

sábado, 18 de marzo de 2017

Tres = soledad.

Cuando mis manos se enredan en tus cabellos, no hay nada más placentero que eso. Tus ojos se tornan de color rojo cuando suelo llenar tu boca de inolvidables besos, a veces suspiro para disipar el peso que llevo en mi pecho tratando de que salga entre el aire que desecho ¿y tu cariño que haces para calmar tu propio peso? Porque no lo sé y quisiera a veces saberlo. Suelo esconderme en tu cuello para tratar de encontrar un poco de calma mientras tus dedos dibujan en mi espalda cosas sin sentido, cuando suelo recorrer tu pecho entre besos y caricias suelo mirarte algunas veces y veo como sonríes pero aun así todo se nubla al cabo de un rato, cuando me acuerdo de todo. A veces quisiera tener la dicha de sentirme siempre bien como cuando estoy contigo en la cama mirando el techo o mirando los ojos del otro, se siente bien, se siente seguro pero el problema viene cuando tu atención no está en mi y no te lo exijo cariño, es demasiado. Mi cabeza no coopera y no eres el culpable de ello o bueno, solo algunas veces sueles ser tú el causante de algunos daños y aún me cuesta aceptar que me hayas mentido pero no hay de otra, es la realidad. No me gusta ver tu teléfono en las manos, ni cuando quieres tomarme fotos teniendo la piel desnuda, odio sentir inseguridad en medio de un beso y odio como hablas de ella. Me odio a mi algunas veces por amarte y luego me odio por pensar que no vales la pena, no sé qué quiere mi cabeza ni sé que quiero yo sacar de ella, solo sé que en estos momentos quisiera borrar de mi memoria todas estas penas.