Querido mío:
El mundo podrá oír tus plegarias unidas con las mías y dejarías de ser un vagabundo si te dejo reposar en mis brazos. ¿Podría yo juzgar tu corazón fiel mí amado? No, es imposible. Escribir esto se me había sido imposible pero las hojas y la plumilla que había dejado en mi escritorio me seducían con tanto descaro y juraba que podía ver tu nombre en cada hoja de papel. Cada uno de mis pensamientos han ido hacia ti, volando de esta habitación hacía el mundo libre de esta mente tormentosa. He sido una mujer que no ha podido conciliar su sueño tranquilamente porque no está entre tus brazos. Ámame ayer y hoy porque el mañana será llamado hoy ¿Podremos coexistir sin ninguno al lado del otro del que se ama? ¡Oh Dios mío! ¿Por qué? ¿Por qué debemos siempre separarnos de las personas que amamos? Incluso cuando estoy hasta en el balcón inquietamente esperando tus cartas en el anonimato cada mañana pienso en ti Ludwig. Pero, no importa porque tus melodías han llenado esta gran casa llena de odio y de pobres sentimientos con hermosos sonidos y tus cartas llenas de tu aroma y escrita con tu plumilla y por tus propias manos me han hecho soñar hasta cuando me he encontrado despierta. Mi nostalgia y melancolía se puede expresar aquí. No he querido salir de mi habitación por esperar cada cosa que llegue de ti y por miedo a que por como he estado las malas lenguas empiecen con sus especulaciones sobre mi. Tengo miedo Ludwig. Miedo a que no vuelvas a que quede en esta habitación sola y postrada en una cama esperándote pero, espero que esta espera valga la pena y el propósito de estar juntos sea cumplido y te seguiré recordando en cada alegría y tristeza en cada invierno y primavera. Así terminaré mi carta para así cerrarla y que la recibas inmediatamente.
Tú Amada Inmortal
"Oh, geh mit, geh mit"
